3.- Si hay menos trabajo, ser proactivo.
Dependiendo del rubro o industria de cada empresa, probablemente muchos trabajadores tengan una menor carga laboral.
Imaginemos por ejemplo que una persona se dedica a organizar eventos presenciales. Por el contexto actual, seguramente su carga de trabajo hoy se ve disminuida, o quizás simplemente esté planificado seminarios online con una menor carga de tareas.
Si esto ocurre, lo ideal es ser proactivo, proponer ideas y ofrecer ayuda siempre que se tenga disponibilidad, ya que esto demuestra participación e interés por continuar en la empresa y hacerla crecer.
Este punto se resume en que los trabajadores que son portadores del ADN de la cultura de la organización y actúan como sus embajadores,
deben sentirse capaces y motivados en organizar e idear actividades que nutran la cultura organizacional, incluso cuando se está teletrabajando.
Si el colaborador no tiene un cargo que implique mayores tomas de decisiones, puede proponer ideas entretenidas para unir al equipo que trabaja de forma remota, como por ejemplo, a través de grupos de apoyo de colegas, eventos informales, competencias divertidas y otras iniciativas propias.
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4.- Incentivos y recompensas digitales.
Al trabajar con un equipo remoto, es más difícil comprender cuáles son los gustos y necesidades de cada integrante, especialmente cuando se contratan personas nuevas de forma online.
Por esto mismo, un desafío que no deja de ser importante es
‘contar con una plataforma de beneficios corporativos que permita entregar a los colaboradores premios o incentivos por sus metas alcanzadas.
Usar también por ejemplo tarjetas de regalo digitales que puedan ser canjeadas en lugares con una amplia variedad de productos como
Amazon, es otra buena alternativa para premiar a los colaboradores en fechas especiales, o cuando logran sus objetivos.
Bajo este mismo contexto, es importante destacar que si los trabajadores no tienen 100% claro su rol dentro de la empresa, o si hay escasez de incentivos y oportunidades para desarrollar su carrera, difícilmente podrán desempeñarse al 100%.
Por esto es clave que los gerentes y líderes de cada área,
sean capaces de detectar y comprender las emociones y necesidades de su equipo de trabajo.
5.- Descansos cada 25’
Por último, si la carga laboral es muy alta, lo más recomendable es aplicar una estructura de tiempo especial para las tareas más complejas. Es aquí donde nace la Técnica Pomodoro, práctica que consiste en elegir una sola tarea y hacer el pequeño esfuerzo de pasar 25 minutos concentrado por completo en esa iniciativa, seguida de pequeños descansos.
A continuación, te explicamos cómo funciona este método desarrollado por Francesco Cirillo a fines de la década de 1980:
1.- Elegir una tarea para completar.
2.- Ajustar un temporizador a 25 minutos.
3.- Trabajar en la tarea hasta que pasen los 25 minutos.
4.- Tomar un pequeño descanso de cinco minutos (esto indica la conclusión de un "pomodoro").
5.- Repite los pasos del 1 al 4.
6.- Después de cada cuatro pomodoros, tomar un descanso más extenso, de unos 20 minutos o más.
Teletrabajo como un desafío constante
En conclusión, la gestión de un equipo remoto se traduce en desafíos particulares, pero también en grandes oportunidades.
Las organizaciones deben reconocer que, tanto para los trabajadores como para los gerentes, la nueva situación actual por el COVID-19 requiere reevaluar viejos hábitos de trabajo y aprender nuevas habilidades para mejorar los diferentes escenarios que miles de personas están experimentando.
La clave está en mantener a los colaboradores satisfechos y motivados para alcanzar las métricas de desempeño acordadas a través de las técnicas adecuadas, como
habilidades de liderazgo, gestión del tiempo, y principalmente, de comunicación.